Inglaterra sufrió más de lo esperado por la eliminación de Suiza, pero finalmente alcanzó las semifinales de la Copa de Europa. Cuando se queda atrás, la selección de Inglaterra se transforma y muestra una ambición que supera sus miedos, como lo ha hecho en octavos de final y ahora en cuartos de final. El partido contra Suiza acabó 1-1 con gol de Bukayo Saka en el minuto 80 y una emocionante tanda de penaltis.
Inglaterra fue la primera en ejecutar los penales. Palmer anotó el primer gol antes de que siguiera un error de los suizos cuando Pickford detuvo el disparo de Akanji. Bellingham claramente mereció el segundo penalti de Inglaterra y Schär respondió por Suiza. Saka puso el 3-1 a favor de Inglaterra y Shaqiri redujo la diferencia a 3-2. Los siguientes penaltis los marcaron Toney y Amdouni, pero Alexander-Arnold marcó el 4-3 final, asegurando la victoria y el pase a las semifinales.
El partido fue un ejercicio de supervivencia para Inglaterra, ya que ninguno de los equipos tuvo posibilidades de anotar después de la primera mitad. Inicialmente cautelosa, Suiza comenzó a atacar más en la segunda mitad, lo que causó dificultades a los ingleses. La intervención de Pickford y algunos destellos de Bellingham, Foden y Kane mantienen a Inglaterra en el partido.
En la primera parte se hizo visible la falta de fuerza, hubo pocas ocasiones y juego irregular. Southgate mantuvo su sistema defensivo, pero la intervención de Foden en la creación fue inicialmente prometedora, aunque se desvaneció rápidamente.
Los aficionados ingleses buscaron inspiración en “Hey Jude” y fue Jude Bellingham quien intentó cambiar el curso del partido con su energía y habilidad. Pero Suiza aprovechó un error defensivo de Inglaterra para tomar la delantera gracias al gol de Embolo después de un centro de Ndoye y una parada fallida de Stones.
Con 0-1, Southgate hizo un cambio, introduciendo a jugadores como Trippier, Mainoo y Konsa. A pesar de la ansiedad, Inglaterra demostró su calidad y en una jugada sorpresa, Saka empató con un zurdazo imparable para forzar la prórroga.
Inglaterra tuvo más control durante la prórroga y creó varias oportunidades, incluida la parada de Sommer tras un disparo de larga distancia de Rice. Al final, el partido se decidió en los penaltis, donde Inglaterra demostró su fortaleza mental y precisión.
Con esta victoria, Inglaterra se preparará para enfrentarse a sus próximos rivales en semifinales de la Eurocopa, Holanda o Turquía. Aunque no fueron el equipo más brillante del torneo, su capacidad para superar la adversidad y su calidad individual los convierten en serios contendientes.
