La Luna tendrá que esperar. La NASA, la agencia espacial estadounidense, ha anunciado este martes el retraso de su calendario para el proyecto Artemis de vuelos tripulados al satélite, un programa que debe servir de primer paso para la llegada del ser humano a Marte. En una rueda de prensa en Washington, su administrador, Bill Nelson, ha indicado que la misión Artemis II, que debía llevar astronautas a la órbita lunar por primera vez en medio siglo a septiembre de este año, se pospone hasta septiembre de 2025.
La misión Artemis III, que debía llevar a los cuatro astronautas seleccionados a aterrizar en el polo sur de la Luna en 2025, queda aplazada hasta septiembre de 2026. La misión Artemis IV mantiene su plazo previsto, de lanzamiento en 2028.
“Para darles a los equipos Artemis más tiempo para solucionar los desafíos que surgen por primera vez en las operaciones, desarrollo e integración (del proyecto) vamos a darle más plazo a las misiones Artemis II y III”, ha anunciado Nelson.
La primera misión, Artemis I, se había completado con éxito en diciembre de 2022. Entonces, la cápsula Orión, lanzada sin carga, orbitó la Luna y regresó a la Tierra en el plazo y modo previstos. Cinco meses más tarde, la agencia especial anunciaba los astronautas seleccionados para la primera misión tripulada, Artemis II: el canadiense Jeremy Hansen y los estadounidenses Reid Wiseman, Christina Koch y Victor Glover. Koch y Glover, son, respectivamente, la primera mujer y la primera persona negra que participan en una misión lunar.
La decisión anunciada por Nelson representa un golpe a las ilusiones espaciales estadounidenses, que cuentan con las misiones Artemis para recuperar la épica espacial entre los ciudadanos que se vivía hace cincuenta años y para asentar el liderazgo en una carrera por la conquista del infinito y más allá cada vez más disputada. En este tiempo, China se ha convertido en muy pocos años en un rival que pelea por el primer puesto.
Pero desde hace semanas el aplazamiento se daba por hecho. En noviembre, el inspector general de la agencia espacial había apuntado a una serie de problemas en el programa que deben corregirse para poder continuar el ambicioso y carísimo proyecto. Entre ellos, el informe indicaba que la cubierta térmica que debía proteger la cápsula Orión del calor y la fricción generados por el roce con la atmósfera en su descenso a la superficie terrestre se había “desgastado más de lo previsto” en la Artemis I. Además, la inmensa plataforma diseñada para transportar, soportar y lanzar el colosal cohete SLS que debe llevar a Orión fuera de la órbita terrestre también sufrió más daños de los calculados en el lanzamiento de 2022.
A los reveses para el calendario se suma el que tampoco están listos los trajes espaciales especialmente adaptados para la Luna que la tripulación Artemis necesita para su misión, y de los que se encargan las empresas Axiom Space y Collins Aerospace. El alunizador basado en la nave Starship de SpaceX tampoco está a punto.
Puedes seguir a MATERIA en Facebook, X e Instagram, o apuntarte aquí para recibir nuestra newsletter semanal.